Las cenizas debido a la quema de caña invadieron las calles y veredas de la capital tucumana, tiñendo todo de negro.
La liberación a la atmósfera de hollín o de partículas producto de la quema de bagazo en calderas desde los ingenios azucareros, se ha transformado en una pesadilla para los tucumanos desde hace muchísimo tiempo, ya que afecta gravemente a la salud y a la calidad de vida.
El hollín tiene un aspecto similar a la ceniza, aunque mucho más negro, por la combustión incompleta de un material orgánico como puede ser la madera, plásticos, desperdicios, etc.
Está compuesto de carbono impuro, pulverizado, y de la combustión incompleta de ese material orgánico. Y es la segunda causa más importante del calentamiento global.